El primer bloque de conferencias se centró en analizar las implicaciones de la normativa que viene de Europa, como la RED II. Precisamente hoy se ha iniciado el trámite de audiencia del Proyecto de Real Decreto de transposición parcial de la Directiva 2018/2001, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, en el que se incluye la trasposición de los criterios de sostenibilidad aplicables a la bioenergía, incluido el gas renovable.
La hoja de ruta para el biogás tiene aspectos positivos, aunque resulta algo decepcionante, sobre todo si se compara con la del hidrógeno, asegura Luis Puchades. “El hidrógeno va a ser muy importante en el futuro, pero lo que es cierto es que el biometano es el presente”. El biometano se va a desarrollar en forma de proyectos más pequeños, muy ligados al desarrollo rural “y esto es muy importante”.
En el segundo bloque Xavier Flotats, de la Universidad Politécnica de Barcelona, hizo un repaso a la situación del sector y de las perspectivas que se abren. Cree que existe capacidad técnica sobrada para empezar a construir plantas y desarrollar un sector industrial fuerte que sea la base para seguir mejorando las tecnologías.
Científicos y tecnólogos de la Universidad de Valladolid, Facsa y Cetenma han presentado avances en la tecnología del upgrading, los buenos resultados que se están obteniendo en la producción de biogás mediante la combinación de procesos de digestión termofílicos y mesofílicos. Y sobre experiencias en la obtención de biometano e hidrógeno por métodos biológicos.
“Es economía circular pura y perfecta, pero de momento el legislador no ha creído en ella”, explica Luis Puchades. “Es hora de que España tome el mismo camino que otros países de nuestro entorno y adopte esta tecnología capaz de tratar residuos, reducir emisiones y producir energía renovable”.
• ¿Cómo va a garantizar el Gobierno que el hidrógeno limpio es realmente hidrógeno limpio?